Escuela virreinal. Cuzco. Perú. Siglo XVIII.
"La Milagrosa imagen de Nuestra Señora de Cocharcas"
Óleo sobre tabla. Fechado en 1748.
35,5 x 28 cm.
Representación muy plástica de una advocación mariana muy venerada en el Perú, particularmente en el departamento de Apurimac, conocida como “Mamacha Cocharcas” o la Virgen de los Milagros de Cocharcas, tal como aparece en un tondo fechado en 1748, en el centro del altar preparado para su fiesta, y sobre el que se encuentra la imagen bajo palio.
La Virgen de Cocharcas es una talla de madera realizada por Tito Yupanqui, escultor también de la imagen de la Virgen de Copacabana. Existen también réplicas de esta imagen en los distritos de Sapallanga, Huancayo, Orcotuna, Junín, y Barrios Altos en Lima, entre otros.
Dicha imagen aparece vestida como gran dama o señora principal, con su velo y alhajas, y está representada con un ramillete de rosas y amancay (lirio de la Sierra de Sudamérica) en la mano derecha, mientras que en la izquierda porta al Niño Jesús con el mundo en sus manos que bendice al espectador.
Montada como en un paso sevillano de Semana Santa, bajo bambalinas y palio con pompones, leemos en el frontis:
DORA OMNIA ES MARIA,RIGINALIS MOE. SIN DE TU GLORIA. (Todo el oro está en ti, María, de forma original, pero para tu Gloria).
Su origen se remonta a fines del siglo XVI (1598) cuando una réplica de la imagen de la Virgen de Copacabana (Bolivia) fue traída a Cocharcas por Sebastián Quimichi, un indígena pobre, que fue curado milagrosamente por la Virgen de Copacabana y quien, como agradecimiento, llevó dicha réplica a su pueblo.
A la derecha del lienzo vemos el Santuario que custodia la imagen de “Mamacha Cocharcas”, que se encuentra en la Provincia de Chincheros, una de las primeras edificaciones marianas en la región andina del Perú, construido entre 1598 y 1623.
Todo el cuadro está “en fiesta”, en romería, que se celebra el 8 de septiembre, con procesiones, bailes y otras manifestaciones religiosas.
Alrededor de la venerada imagen vemos los peregrinos que se acercan de todos los distritos a venerar a su Madre la Virgen, y los devotos de la Virgen conocidos como “quimichus”, que la llevan en procesión , recitan versos y cantos, y transmiten la fe y la devoción a la Virgen desde su antigua Cofradía. Y junto a los pobladores de Cocharcas (en quechua significa “pantano”) acuden los dominicos y los misioneros jesuitas (derecha) que se establecieron en los diferentes valles del Río Pampas (a la izquierda de la imagen, donde se bañan los romeros).
Un cuadro casi esquemático, con los trazos característicos de la pintura cuzqueña, muy plano, pero muy histórico, pues concentra con mucha gracia, profusión de detalles, colorido y oropeles la fuerza la devoción de la “Mamacha Cocharcas”, una de las Reinas del Perú.