Atribuido a Caetano Da Costa (Lisboa, 1709 - Sevilla, 1778)
"Inmaculada Concepción"
Escultura en madera tallada, dorada, estofada y policromada.
Altura: 128 cm.
Digna del altar de una catedral, se eleva esta Virgen Inmaculada sobre un cúmulo de nubes, protegida y rodeada de querubines que, arrobados, miran hacia ella.
La imagen sale de la gubia de un Maestro que parece transformar la madera en etéreos tejidos que envuelven a María. Su cuerpo está cubierto por una túnica de color claro con un friso en oro estofado semejando brocado, del mismo modo está decorado el manto azul purísima que desde sus hombros cae por su espalda y por su brazo izquierdo en multitud de pliegues cortados, ligeros y cargados de movimiento. Por último un fino velo del tono de su túnica cubre su cabeza, cayendo también como llevado por el viento.
El rostro y las manos de la Virgen merecen ser contemplados con detenimiento. La cara parece de porcelana, sus rasgos son finos y bellos, los ojos almendrados y la boca pequeña.
Una delicia que, además, conserva su peana original formada por una base en rocalla con cuatro apoyos, policromada en crema y oro que eleva aún más a la Virgen Purísima a los cielos y la presenta de la más elegante de las maneras.
Esta escultura formó parte de la exposición "De Claris Mvlieribvs. Santas, mártires, sabias...", que tuvo lugar en 2024 en el Convento de San Juan de la Cruz, en Alba de Tormes, Salamanca, y aparece reproducida en la página 218 del catálogo.