José de Alcíbar (Ciudad de México, 1730 - 1803)
"Alegoría de África"
Óleo sobre tela.
132 x 96 cm.
José de Alcíbar fue uno de los principales exponentes de la pintura novohispana en la segunda mitad del siglo XVIII. Nacido alrededor de 1730, Alcíbar destacó por su habilidad para representar la diversidad étnica y cultural de la Nueva España y retratar con precisión los detalles físicos y los elementos simbólicos en sus personajes, algo que se puede observar en sus numerosas pinturas de castas. Estas obras, realizadas en un estilo que combina influencias europeas con una sensibilidad local, son una referencia clave para entender su posible autoría de la pintura que analizamos.
Elegante y llamativo cuadro que muestra una de las personificaciones de uno de los cuatro continentes entonces conocidos (Europa, Asia, África y América).
África, representada aquí por un personaje negro de pie, que gira la cabeza levemente hacia la izquierda, como prestando atención a una voz que le llama,
de cabello crespo y rizado, ricamente vestido al modo de la Europa del XVIII, muestra riqueza y abundancia, con un vestido ricamente brocado y galonado en las mangas y gran manto rojo, con un collar de una hilera de perlas y otros adornos, en forma de pendientes. Con la diestra, sostiene una espada y con la izquierda un arco con flechas.
Una obra novohispana que nos ayuda a comprender un poco más el sentido que tenían las alegorías geográficas en el arte renacentista y barroco.
Habitualmente era una forma de demostrar los confines por los que se extendía un imperio determinado, y para la mentalidad de la época, representar una monarquía rodeada de los continentes, suponía una expresión clara de poder, expresando que su poder se extendía por todo el mundo.
Una de las obras más conocidas de Alcíbar es "De Indio y Mestiza, Coyote" y "De Español y Morisca, Albino", que se encuentran en el Museo de Arte de Filadelfia. Estas pinturas son parte de la tradición de las castas, un género pictórico que se desarrolló en Nueva España y que tenía como objetivo clasificar visualmente las distintas mezclas raciales que surgieron del contacto entre europeos, africanos e indígenas. Estas obras destacan por su detallada observación de los trajes, las texturas y los gestos de los personajes, algo que también es evidente en la pintura de la “Alegoría de África” que presentamos.
Igual que en sus pinturas de castas, Alcíbar utiliza en “Alegoría de África”, el claroscuro para modelar la figura con el fuerte contraste entre la luz y las sombras, a la vez que le otorga un volumen tridimensional y refuerza su presencia en la composición.
La representación de la vestimenta, con sus pliegues, sus texturas y sus detalles finamente trabajados, es otra característica compartida con las pinturas de castas de Alcíbar. La precisión en la textura de las telas, el brillo de las joyas y la representación minuciosa de los adornos sugieren la mano experta de un pintor acostumbrado a capturar la riqueza material y simbólica de sus personajes.
La obra no solo es significativa por su calidad artística, sino también por su capacidad de reflejar las preocupaciones y las ideologías de la época colonial en relación con la diversidad étnica y la representación de figuras afro descendientes.
Esta conexión con las pinturas de castas de Alcíbar, especialmente las que se encuentran en el Museo de Arte de Filadelfia, refuerza la atribución de la obra y subraya la importancia de José de Alcíbar como un pintor clave en la representación de la diversidad racial en la Nueva España.
Como indica el Museo del Prado en su ficha biográfica Alcíbar fue "Uno de los artistas más activos y representativos de la escena pictórica de Ciudad de México durante la segunda mitad del siglo XVIII. Sus encargos fueron numerosos, sobre todo cuadros religiosos para diversas iglesias y retratos de figuras preeminentes de la sociedad mexicana, con un estilo personal no desvinculado de los procesos artísticos que se desarrollaban en la metrópoli. Recordemos que Ciudad de México durante el XVIII vivió un momento de especial importancia cultural, también en el aspecto artístico, con la fundación de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos en 1784, de la que Alcíbar fue uno de sus miembros fundadores y en la que participó activamente hasta su muerte. A pesar de los relativos éxitos de sus enseñanzas, la Academia supuso la llegada a México de pintores formados y activos en Madrid, como Ginés Andrés de Aguirre, Cosme de Acuña, José Arias y Antonio González Velázquez, que sin duda enriquecieron los horizontes de los pintores de ultramar. Los dos retratos conservados en el Museo del Prado son característicos de una parte de la producción de Alcíbar, la retratística, y muestran la pretensión de elegancia y ostentación de sus pinceles"
Bibliografía de referencia:
- Magali Carrera, “Imagining Identity in New Spain: Race, Lineage, and the Colonial Body in Portraiture and Casta Paintings” (2003).
- Ilona Katzew, “Casta Painting: Images of Race in Eighteenth-Century México” (2004).
- Museo de Arte de Filadelfia, Colección de Pinturas de Castas.
- Museo del Prado. (s.f.). "Alcíbar, José de". https://www.museodelprado.es/aprende/enciclopedia/voz/alcibar-jose-de/858ad8f0-de5b-4a63-921a-49d2d989e660