Escuela Virreinal. Quito. Ecuador. Siglo XVIII.
"Santo Tomás de Aquino y su Suma Teológica"
Óleo sobre tela. Reentelado.
108 x 72 cm.
Figurativo lienzo del Santo dominico inmerso en la escritura de su Suma Teológica, “entre la que vuela con su pensamiento, alma y corazón”. En su pecho, un Sol. El Sol, su distintivo iconográfico, era a la vez el carácter divino de todo, cuya luz universal se hacía paralela a la sabiduría y verdad de su doctrina. Sobre él se posa el Espíritu Santo, con una de sus máximas teológicas “Elevat, est Sol” (Levántate, es Dios). Y ante ese Dios Sol y Espíritu repetía: “Dame agudeza para entender, Capacidad para asimilar, Método y facilidad para aprender, Ingenio para interpretar y Gracia copiosa para hablar”. Escribe su “Summa contra Gentiles”, una de sus obras más conocidas, en la que explica por qué el cristianismo era, a su parecer, la religión verdadera y otras (especialmente el Islam) eran falsas por la razón natural.