Anton Domenico Gabbiani (Florencia, 1652 - 1726)
“Desposorios místicos de santa Catalina de Siena”
Óleo sobre tela.
228 x 183,5 cm.
Se adjunta estudio del profesor Paolo Erasmo Mangiante, del que extraemos algunos fragmentos para la catalogación de esta ficha.
"El retablo que presentamos, con bastidor reforzado, es obra del florentino Antonio Domenico Gabbiani, realizada en la segunda mitad del seiscientos". El Museo del Prado describe este autor como "el más buscado y admirado de los pintores florentinos de su tiempo [cuyos] frescos y lienzos decoran palacios e iglesias de Toscana, como los techos del Palacio Pitti, los de la Villa de Poggio a Caiano, o los frescos de la cúpula de la iglesia de san Frediano di Castello, ya en el umbral del rococó. En sus obras, Gabbiani recupera la tradición florentina de la minuciosa preparación dibujística y emplea una técnica perfecta, en los primeros años espontánea y ligera, más tarde, rigurosa y fría, teñida de academicismo".
Sigue afirmando Mangiante que esta "composición pictórica se encuadra, en efecto, a la de otros retablos de altar ejecutados en este periodo de Gabbiani" y que en "el modo de hacer de Gabbiani en este estupendo retablo se acumulan los detalles pictóricos más minuciosos como son el plegado de los ropajes, la delicada anatomía de los dedos de las manos, en su elegante gesto, la hermosura de los rostros angelicales y la particular intensidad de expresión de la cabeza rizada de Cristo. Todas estas cualidades, así como el intenso cromatismo y la alta calidad de la materia pictórica demuestran el gran empeño del pintor florentino en la ejecución de esta importante pintura a incluir entre sus obras más logradas."
Estamos, en definitiva, ante un extraordinario lienzo en forma de puerta con arco semicircular de auténtica perfección religiosa, que recoge el momento inefable de unión del alma con Dios por el amor, con el éxtasis de la santa dominica, ya abadesa, y la revelación de las llagas de su Amado. En un ambiente silencioso de oración y de reverencia al que asiste un coro de ángeles que adora y contempla, todo en este cuadro es veneración y plenitud.
Un lienzo de gran formato de Gabbiani que traspasa las fronteras de Italia, para mover el ánimo de los fieles devotos y religiosas entregadas que lo contemplen, posiblemente realizado para un cenobio de monjas dominicas de clausura. El arte pincelado en este óleo es directo y triunfante, casi teatral, con capacidad para seducir, conmover y conquistar el gusto del espectador con emociones de amor fuertes. Armonía de expresiones y miradas, y una escena que atrapa directamente el estómago y las vísceras, los sentimientos del observador.
Santa Catalina, considerada una de las grandes místicas de su tiempo, destacó además por su faceta de predicadora y escritora. En nuestro cuadro, de hecho, puede verse un ángel sabio en el margen inferior izquierdo que sostiene las páginas de sus tratados espirituales: el famoso Diálogo de la Divina Providencia. Asimismo, sobresalió su decisiva contribución al regreso del papado a Roma tras el exilio a Avignon. Doctora de la iglesia, patrona de Europa e Italia, es una santa muy venerada y popular en fundaciones, iglesias y santuarios de la Orden dominica.
Bibliografía de referencia:
- Museo del Prado. (s.f.). "Gabbiani, Anton Domenico". https://www.museodelprado.es/coleccion/artista/gabbiani-anton-domenico/ce702620-9999-4bb3-a4b8-ec66229b5968