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LOTE 35

Escuela Virreinal. Lima. Perú. Siglo XVI.

Estimación
25.000 € / 40.000 €

Remate: 28.000 €

Escuela Virreinal. Lima. Perú. Siglo XVI.

"San Juan en Patmos"

Óleo sobre tela. Reentelado.

272 x 190 cm.

Muy temprana pintura de gran formato, significativa para entender la evolución del arte manierista al primer naturalismo, destacando lo esquemático de los pliegues de influencia bizantina de los ropajes del San Juan, o las alas de influencia del Renacimiento florentino de los ángeles. 

Porta cartela en la que figura Juan Martín de Escobar, procurador general del Convento de Nuestra Señora de la Merced de Lima, como donante. En ella se lee "Dio este lienco el ermano Jvan Martin Descovar por sv devocion"

Dan fe de la existencia de Juan Martín de Escobar sus actividades comerciales que constan en el cuaderno 210 del legajo VII, en el Tomo I - Entrega I de la Revista del Archivo Nacional del Perú, publicada en Lima en 1920. Según dicho cuaderno, la escritura de compra-venta se otorgó el 14 de septiembre de 1629.

 

“Una gran señal apareció en el cielo”, relata San Juan en el libro del Apocalipsis de La Biblia.  Es la imagen de una “mujer vestida del Sol, con la Luna bajo sus pies y sobre su cabeza una corona de doce estrellas”.

La figura de la Virgen Apocalíptica es el símbolo de la Iglesia heredera de toda la gloria de Israel y está concebida como parturienta del Hijo de Dios. Se le aparece al evangelista y vidente vestida de sol, con la luna a sus pies y ciñendo su frente una corona de doce estrellas, representación que sería adoptada para representar la Inmaculada Concepción de María por parte de San Joaquín y Santa Ana. Un dragón -símbolo del demonio- lucha contra la mujer -símbolo de la Iglesia- a la que Dios guarda y defiende dándole dos alas de una gran águila para que vuele hacia el desierto y preservarla, de este modo, del diablo.   De ahí que la figura del águila suela estar presente junto a San Juan Evangelista.

El arte suele ofrecer una visión anacrónica del santo a la hora de representar la Visión en Patmos, ya que nos lo muestra como un joven por el que sólo parece haber pasado una década desde la adolescencia vivida durante la Pasión de Jesús.

En realidad, San Juan era ya muy anciano, pues su muerte se calcula en torno al año 104, cuando contaba por entonces una avanzada edad.