Escuela flamenca. Malinas. Finales del siglo XV - principios del siglo XVI.
"San Roque"
Escultura en madera tallada, policromada y dorada.
36'5 x 14 x 7,5 cm.
Nuestra imagen nos muestra a San Roque en su representación iconográfica más clásica: vistiendo como peregrino con un sayal corto, botas, sombrero y bastón, y mostrando una llaga en la pierna que había contraído durante la peste. A su lado izquierdo, un perro con un pan en la boca y, al derecho, la figura de un infante que creemos podría ser el ángel que le curaba la úlcera.
Natural de Montpellier, de la segunda mitad del siglo XIV, San Roque decidió compartir su fortuna con los apestados y más necesitados y se dedicó a cuidar de ellos llevando una vida de peregrino. Es recordado por su generosidad y dedicación a los menos afortunados, siendo un ejemplo de caridad y compasión.
El canon frente despejada y algo abombada, ojos rasgados y boca pequeña, responden a las características de la producción escultórica de los Paises Bajos, concretamente a Malinas. Está tallada conforme a los dictados de dinamismo de la escultura gótica, poseyendo la famosa "postura compensatoria", que se basa en el adelantamiento de la pierna contraria a la cadera que curva. Así de este modo, el escultor consigue crear un extraordinario efecto de paños con movimiento.
Nuestra imagen se debe englobar dentro de las conocidas "Poupées de Malines", o "Chuletas o Muñecas de Malinas", pequeñas estatuas de vírgenes, santos o del Niño Jesús que fueron producidas en cantidades apreciables desde mediados del siglo XV hasta 1515-30. Su difusión se debía precisamente a su formato, el cual cubría perfectamente las necesidades de la devoción privada o doméstica. La calidad del tallado, junto con la rica policromía, la expresión del rostro, dulce y gentil, favorecieron la popularización de estas pequeñas esculturas. Se sabe que fueron parte de las mercancías flamencas que se embarcaron hacia la Península Ibérica o incluso a tierras más lejanas como Canarias, América o Filipinas.