Atribuido a Lorenzo Mercadante de Bretaña (activo en Sevilla entre 1454-1467)
"San Jorge a caballo"
Escultura en madera tallada, dorada, policromada y con plata corlada.
156 x 102 x 35 cm.
Como indican en el Museo de Bellas Artes de Sevilla: "pese a ser una de las figuras de indiscutible trascendencia en lo que al avance de la estética escultórica medieval en Sevilla se refiere, no se tienen muchos datos de su biografía salvo que vino de Bretaña a Sevilla donde estuvo activo como escultor entre los años 1454-1467, trabajando en el sepulcro del cardenal Juan de Cervantes y en las portadas del Nacimiento y del Bautismo de la catedral de Sevilla."
La escultura que presentamos, en nuestra opinión, guarda indudables semejanzas con el San Miguel Arcángel que forma parte de la colección del MNAC de Barcelona procedente de la colección Plandiura realizada en terracota policromada. En ambos casos, el Santo porta un mismo tipo de corona/diadema recreando una decoración de pedrería de color y los rasgos faciales y el tratamiento del cabello formando ondulaciones guardan gran similitud.
Como es característico en la obra de Mercadante, nuestro San Jorge presenta un rostro lleno de expresividad y muy humanizado, peculiaridades inherentes del escultor que también identifica J.R.M. González en su articulo "Mercadante de Bretaña. El enigma de su personalidad", como leemos a continuación: "En efecto, Mercadante conjugó con acierto la poética de Flandes con la de Borgoña. Para José Hernández Díaz, el escultor bretón constituye el epílogo de un proceso norteño tardomedieval, consistente en un renacimiento sui generis de corte realista y naturalista, frente a la modernidad del Quattrocento italiano de estirpe clásica, que entonces se desarrolla. El artista, pues, representa la modernidad de lo septentrional a mediados del siglo XV. Su peculiar quehacer produjo una reacción estilística en el medio sevillano, de fecundos resultados, que solo cambiará décadas más tarde al calor de las creaciones de Andrea della Robbia, Pace Gaggini (o Gazzini), Antonio Maria Aprile da Carona o Domenico Fancelli, entre otros renacentistas italianos.En consecuencia, en la obra de Mercadante sobresale la deliberada humanización de sus fi guras, de cuyos rostros emana una marcada y elocuente expresividad. En su admirable interpretación del cuerpo humano se descubre el esmerado y concienzudo estudio previo del autor, que logra, en sus más inspiradas esculturas, vivifi car la materia inerte. En cuanto a la indumentaria, elabora con detenimiento los angulosos pliegues al gusto de los Van Eyck. De ese modo, con apropiado realismo, pormenoriza las calidades táctiles de los ropajes, pero también de los complementos y atributos. Y esto lo plasma tanto en la talla del alabastro como en el modelado del barro, luego cocido y policromado, material este último con el que inaugura una fértil tradición en la imaginería sevillana. En definitiva, el total resultante es una imagen bien compuesta, de cuidado dibujo, equilibrados volúmenes y grandeza en las formas, merced a su técnica de auténtico virtuosismo."
Bibliografía de referencia:
- Museu Nacional d'Art de Catalunya. (s.f.). "San Miguel Arcángel". https://www.museunacional.cat/es/colleccio/san-miguel-arcangel/lorenzo-mercadante-de-bretanya/004367-000
- Rojas-Marcos González, Jesús. (2023). "Mercadante de Bretaña. El enigma de su personalidad escultórica". Real Academia de Bellas Artes de Sevilla. https://www.realacademiabellasartessevilla.com/wp-content/uploads/2023/07/8.-Rojas.pdf