Miguel de Santiago (Quito, Ecuador, 1620 - 1706)
"María Inmaculada Niña (asumpta al cielo)"
Óleo sobre tela. 165 x 103 cm.
Delicado lienzo del principal pintor de la escuela quiteña virreinal. Representa la Virgen Inmaculada niña que asciende a os cielos, rodeada de ángeles que portan simbología lauretana de las letanías, bajo la bendición de dios Padre y el Espíritu, que sobrevuelan la escena con gozo, con luz, con veneración interior y exterior.
En este cuadro, como en muchos otros, Miguel de Santiago mantiene una figura central que resalta la composición, casi con estructura arquitectónica, paisajes y distancias atmosféricas.
María,”electa ut sol, clara ut luna”, como “lirio del campo”, “espejo de justicia”, “sine mácula”, “sine ruga”…títulos del Cantar de los Cantares recogidos en las Letanías.
Claramente el pintor tenía conocimiento de la cita bíblica del Apocalipsis (Ap: 12,1 y siguientes), “como una mujer vestida de sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobra su cabeza”, como protectora de los cristianos y ayudando al triunfo de Cristo.
Miguel de Santiago es considerado uno de los pintores más relevantes de la escuela virreinal quiteña.
Como podemos leer en la Real Academia de la Historia: "Miguel de Santiago nació en Quito en las primeras décadas del siglo XVII, en el tradicional barrio de Santa Bárbara, y murió en 1706. En 1633 fue adoptado por Hernando de Santiago, regidor y fiel ejecutor de la villa del Villar de Don Pardo, de quien tomó su apellido.
La obra de Santiago se encuentra distribuida entre diversos conventos e iglesias de la ciudad de Quito.
Para el Convento de San Agustín colaboró con la ejecución de la serie de cuadros sobre la vida del santo patrono de la Orden. Ejecutados en 1656, los lienzos se inspiran en los grabados realizados por el flamenco Schelte Adams Bolswert.
Santiago es también el autor de la serie de cuadros sobre la Doctrina Cristiana (1670) que se encuentra en el Museo Fray Pedro Gocial, de la Orden Franciscana de Quito.
Santiago exportó muchas de sus obras más allá de los límites geográficos de la Real Audiencia de Quito.
De entre éstas, cabe resaltar la singularidad de diferentes lienzos que parecerían haber servido una función mnemotécnica y didáctica, como son las series de El Alabado o Ave María y de Los Artículos de la Fe, ambas comisionadas en 1673, y de las Obras de Misericordia, que se encuentran en la Catedral de Bogotá, en Colombia."