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LOTE 113

Escuela centroeuropea. Hacia 1700.

Estimación
1.200 € / 2.500 €

Escuela centroeuropea. Hacia 1700.

"Dolorosa"

Escultura en madera tallada, policromada y dorada y con plata corlada.

74 x 41 x 17,5 cm. 

Al dorso porta inscrito el número de colección: 1224-160 y la palabra Wallerw.

Esta espléndida pieza de una Virgen Dolorosa que en la actualidad podemos ver de manera solitaria formaría en origen parte de un Calvario, como así parecen indicarlo tanto su disposición corporal como su actitud, situándose a la izquierda del Crucificado (derecha del espectador), estando a su derecha San Juan, el Discípulo Amado. Asimismo, se trataría de una imagen de culto pero no tendría carácter procesional dado que lleva la parte trasera sin tallar ni policromar por lo que lo más probable es que estuviera situada en un retablo. En la espalda tan solo se observa un hierro que serviría para sujetar la pieza en el lugar asignado para ella

La Virgen aparece erguida, con la cabeza ladeada. Parece disponerse a marchar dado que su cuerpo realiza un suave contrapposto al adelantar la pierna derecha, cuya rodilla se intuye bajo los múltiples y menudos drapeados de la túnica. Viste túnica roja hasta los pies que tan solo deja al descubierto la cabeza, manos y la parte delantera de los zapatos; manto azul echado sobre la cabeza que le cubre la cabellera, espalda y brazo derecho, recogiéndose uno de sus extremos, que realizan unas elegantes curvas –las dobleces que forma y la finura de las mismas demuestra la gran calidad técnica que poseía el escultor que labró la imagen–, en el brazo izquierdo; y una toca blanca que también le tapará la cabellera pero que de la que tan solo es perceptible una estrecha franja horizontal que le recorre la parte inferior del cuello. Las vestimentas van recorridas por numerosos pero menudos plegados horizontales, tanto rectos como curvos, de perfil cortante que proporcionan a la pieza una sensación de dinamismo y crean a lo largo del cuerpo múltiples juegos de claroscuro que potencias las texturas de la pieza y el volumen de la misma. Esta forma de trabajar los plegados es tan característica que a buen seguro será uno de los estilemas de su anónimo autor.

Las manos están labradas de forma independiente, esto es, labradas aparte del cuerpo y unidas a él mediante un vástago. Son altamente expresivas, detalle que, junto al rictus doloroso de su rostro, dotan a la Virgen de una angustia contenida. Se lleva la mano izquierda al pecho, como en acto de dolor resignado, teniendo entre sus dedos una pequeña oquedad en la que iría inserta una de las espadas del dolor que hacen referencia a la profecía realizada por el anciano Simeón cuando la Virgen y San José presentaron a Jesús en el templo: “Una espada te traspasará el alma”. Por su parte, la mano derecha la extiende en una clara postura declamatoria. Los dedos están labrados naturalismo y minuciosidad, de forma que todos son distintos y están concebidos en diferentes posiciones: estirados, arqueados, doblados o hundidos en la túnica. Asimismo, las manos están tan detalladas que hasta se han labrado las líneas de las palmas.

La cabeza es ovalada y muestra un rostro muy elocuente, la tristeza se palpa en su semblante. Posee unos rasgos muy finos y delicados: ojos rasgados entreabiertos, nariz prominente de tabique ancho y suaves aletas, pequeña boca entreabierta de labios carnosos, y potente mentón.

Debido a características ya reseñadas como el tipo paños con plegados aristados, al hecho de que las manos vayan labradas de manera independiente al resto del cuerpo, a detalles como el contrapposto de la pierna izquierda, o a la utilización de rasgos menudos para su rostro, parece claro que la imagen fue realizada en el siglo XVIII, y más concretamente en las primeras décadas de la centuria. Sin embargo es complicado establecer una filiación puesto que se ven caracteres comunes a varias escuelas y, además, en la parte posterior de la pieza se observa una inscripción en lo que parece el idioma alemán “Wallerw”, todo lo cual nos lleva a creer que se trata de un interesante ejemplar de escultura barroca centroeuropea.

Agradecemos a D. Javier Baladrón, doctor en Historia del Arte, por la identificación y catalogación de esta obra.