Escuela colonial. Siglo XVIII.
"Matrimonio místico de Santa Rosa de Lima"
Óleo sobre tela. 100 x 82 cm.
La Santa representada como una joven doncella peruana, que entregó su vida a la mortificación como terciaria dominica. Porta hábito y manto sobre el que reposan las rosas, su atributo, mientras que con su mano derecha ofrece una al Niño.
Gregorio Vásquez de Arce, Nicolás Correa o Cristóbal de Villalpando entre otros artistas, realizaron maravillosas composiciones sobre los desposorios místicos de Santa Rosa de Lima.
Una parte de las pinturas en torno a la escena de los desposorios místicos se basó en el grabado de Francisco Collignon producido en Roma en 1670, como es nuestro caso, existiendo otros como el grabado de Juan Bautista Barbe (1578–1649) o un grabado italiano de 1668.
En el de Collignon, es el que se inspira nuestra pintura, como comprobamos al leer en “Desposorios místicos de santa Rosa de Santa María. Alianza monárquica con las Indias (siglos XVII y XVIII)” de Ybeth Arias Cuba, de la Universidad de Perú: “Existen dos grandes diferencias entre estos grabados: la escena en la versión de Collignon se desarrolla en exteriores y en el otro, en interiores. La segunda diferencia reside en que en el grabado de Collignon, la Virgen María abraza a la santa, en cambio en el otro no existe un contacto corporal entre ellas. El que se acerca más al relato hagiográfico es el grabado de 1668, en cambio el de Collignon refiere más a un arrobo místico por la presencia de un grupo de ángeles y por desenvolverse en un ambiente abierto. Ambos grabados inspiraron a los artistas de las Indias y no sorprende que éstos hayan combinado sus elementos”.
Resulta muy interesante la relación política que establece Arias respecto a la significación de los desposorios místicos de Santa Rosa de Lima: “En este sentido, nos interesan las significaciones políticas de los desposorios místicos en relación entre la Monarquía Hispana y las Indias. Así, el principal problema de investigación que se plantea este artículo es mostrar que la escena de los desposorios místicos de santa Rosa con el Niño Jesús personificó la relación entre la Monarquía Hispana y las Indias. La santa como indiana representó a los territorios del Nuevo Mundo y su canonización significó el ingreso oficial de estos territorios en el reino de los bienaventurados: la ciudad de Dios, aquella formada por los santos, los ángeles y la divinidad. Mientras, el dúo Niño Jesús y la virgen María encarnan a la Monarquía por ser los elementos centrales del pietas austriaca, un programa de religiosidad de la dinastía centrado en el culto de la Eucaristía y la Virgen.”